La tarea del astrónomo básicamente consiste en investigar los cuerpos celestes y la forma de llevarla a cabo muestra diferentes aspectos, entre los cuales sobresale el de la observación de los astros. Para ello, los astrónomos cuentan con observatorios, a diferencia de muchos otros científicos que trabajan en laboratorios; en los laboratorios se hacen experimentos, y en los observatorios, por su parte, observaciones.
La Astronomía comprende diversas especialidades de acuerdo a las siguientes divisiones:
a) por los objetos de estudio;
b) por la modalidad (técnica) empleada para realizar ese estudio; y
c) por el aspecto elegido para ese estudio.
En (a) se encuentran los astrónomos especialistas en cometas, diferenciados, por ejemplo, de aquellos que se dedican a estrellas. En (b) se distinguen por ejemplo, los radioastrónomos que emplean por ejemplo antenas
Entre las especialidades de la Astronomía que determinan el grupo (c), deben contarse, principalmente, las dos siguientes:
1) Astrometría y Mecánica Celeste: abarcan el estudio de los movimientos de los astros (reales y aparentes) y de las leyes que los rigen; y
2) Astrofísica: estudio de las formas, dimensiones y caracteres de las superficies de los astros, así como también su naturaleza, constitución, evolución y condiciones físicas.
Sin embargo, ninguna especialidad puede desarrollarse aislada completamente de las demás; existe una gran interrelación entre todas ellas, tanto en objetivos como en técnicas, independientemente del tipo de astro que se esté investigando.
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