Rigurosamente, las masas de los planetas no son despreciables, por lo tanto, no es cierto que exista una proporcionalidad exacta tal como lo enuncia la tercera ley de Kepler.
Las otras dos leyes tampoco son rigurosamente válidas cuando se trata de más de dos cuerpos. Al respecto, deben tenerse en cuenta las atracciones mutuas entre los planetas de nuestro Sistema Solar, que se denominan perturbaciones.
De esta manera, las leyes de Kepler definen la solución al problema del movimiento de dos cuerpos aislados y sujetos únicamente a su atracción gravitatoria mutua; esta situación se denomina problema de los dos cuerpos.
Cuando se considera más de dos cuerpos, no existen fórmulas matemáticas rigurosas que permitan resolver el problema de determinar sus posiciones y su movimiento en general en forma exacta. A esta situación se denomina "problema de los n cuerpos". Este se estudia con métodos de aproximaciones sucesivas, es decir: dadas en cierto instante las masas y velocidades de n cuerpos (con n>2), se busca calcular sus posiciones y velocidades en cualquier instante futuro o pasado.
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