Venus



Venus es el astro más brillante del cielo, después de la Luna; su brillo es tan intenso que en ocasiones se lo observa a simple vista durante el día. Visible hacia el atardecer o por el amanecer recibió también dos nombres diferentes: Phosphorus como "estrella" de la mañana y Hesperus por la tarde; luego se lo llamó también Vesper por la tarde y Lucifer por la mañana; aún hoy recibe dos nombres: "lucero del alba" o "de la tarde".

Es el astro más cercano a la Tierra, con excepción de la Luna, algunos cometas y unos pocos asteroides; también es el planeta con registros más antiguos: llegan a 3.000 años A.C.

Su albedo es muy intenso, casi igual al de la nieve. Este hecho y la ausencia de configuraciones estables visibles en el disco había sugerido que Venus posee una atmósfera espesa y lo que se observan en ella es una densa capa de nubes que lo cubre completamente. Visual y fotográficamente, Venus presenta una superficie brillante, blanca y uniforme; se ven manchas que cambian rápidamente a lo largo del día indicando que se trata de nubes atmosféricas y no de accidentes permanentes superficiales. Esas nubes impiden conocer su superficie mediante telescopios; se ha podido conocerla mediante sondas espaciales que han orbitado a su alrededor, traspasado su atmósfera y descendido sobre su suelo; otro método ha sido mediante el empleo de técnicas de radar.


Foto tomada por la sonda Galileo, NASA

Sus períodos de traslación y de rotación son semejantes (aunque el de rotación es más lento), es decir su día dura aproximadamente casi lo mismo que su año. Por otra parte, cabe destacar que Venus gira al revés que los demás planetas del Sistema Solar: en un día de Venus se ve al Sol salir por el Oeste y ponerse por el Este.

El sistema de nubes que cubre permanentemente el planeta tiene densidad de hasta 100 partículas por centímetro cúbico; el componente más abundante de la capa superior de nubes son gotitas esféricas, probablemente de ácido sulfuroso. En la parte inferior, se detectaron partículas sólidas compuestas de cloro, azufre y oxígeno.

Más de la mitad de su superficie es ondulada, con una amplitud má de unos 500 m y hay cuatro regiones montañosas que llegan a los 11 km de altura. También hay cientos de cráteres: los mayores alcanzan a 500 km de diámetro.

Venus también presenta fases, similares a las de la Luna y Mercurio; por otra parte, Venus no tiene ningún satélite natural.

Tanto el tamaño como la masa de Venus son semejantes a los de la Tierra, pero su temperatura es mucho mayor; la alta temperatura detectada en la superficie venusina debe su origen al efecto invernadero, provocado principalmente por el anhídrido carbónico. Si un cuerpo absorbe energía, se calienta y emite radiación de acuerdo con su temperatura. Cuando en la atmósfera de un planeta hay gases o partículas que absorben la radiación emitida por la superficie calentada del planeta, dicha atmósfera puede resultar opaca a esa radiación. En esas condiciones la superficie no podrá irradiar hacia el exterior, ya que calienta a la atmósfera de su entorno con lo que también se calienta a sí misma. Este fenómeno se conoce como efecto invernadero.
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